La terraza tiene unas vistas preciosas, perfecta para relajarse. Sin embargo, la ducha tiene poca presión, lo que fue incómodo.

Encanto y tranquilidad en un lugar único

Acabo de pasar tres noches en este acogedor lugar y me ha encantado su decoración y la atención que brinda la dueña. La terraza es impresionante, ideal para disfrutar de unas vistas espectaculares. Sin embargo, un detalle que se podría mejorar es la presión del agua en la ducha.

El lugar es encantador, con unas vistas impresionantes desde la terraza que invitan a relajarse. La atención de los propietarios es excelente, creando un ambiente acogedor. Sin embargo, hay problemas de aparcamiento en la zona que complican un poco la llegada, y la ducha tiene poca presión, lo que puede ser molesto durante la estancia. Además, la falta de opciones de cocina limita la posibilidad de preparar comidas para llevar a la playa.

Una selección óptima para un fin de semana en Agaete (Gran Canaria) con una buenísima relación calidad precio. La terraza es preciosa, ideal para relajarse con una copa al atardecer. Si puedes, aprovecha para hacer una caminata por los alrededores y disfrutar de la naturaleza.

La habitación es muy acogedora, con decoración encantadora y una terraza que ofrece vistas preciosas del Valle de Tamadaba. El ambiente tranquilo es perfecto para relajarse, y se puede disfrutar de la conexión con la naturaleza en los jardines botánicos cercanos.

Presión del agua.

La casa es muy acogedora y perfecta para la familia. Las vistas desde la terraza son espectaculares, ideales para compartir momentos con mi sobrina. Además, la atención de los anfitriones hace que te sientas como en casa. ¡Ya queremos volver!

Mi mujer dice que sería genial que hubiera más opciones de cocina para preparar algo rápido para los niños.

Disfruté de mi estancia de 6 noches en una habitación doble. La terraza tenía unas vistas muy agradables y la casa estaba en una zona tranquila, perfecta para desconectar. Además, la dueña fue respetuosa y me dio el espacio que necesitaba. Me sentí como en casa, gracias a la calma del entorno y los pajaritos que me despertaban por las mañanas. Siempre que regrese a Gran Canaria, buscaré algo similar.

No había opción para cocinar ni calentar comida.

La habitación doble en Casa Luna es muy acogedora, con una decoración encantadora. La terraza tiene unas vistas preciosas. La ubicación es súper tranquila, perfecta para relajarte. Sin embargo, la ducha tiene poca presión, lo que puede ser un poco molesto. Pero la atención de la dueña hace que todo valga la pena.

La conexión con la naturaleza es maravillosa, ideal para desconectar y recargar energías. La dueña crea un ambiente cálido y acogedor. Sin embargo, la presión del agua en la ducha podría mejorar. Agradezco la limpieza y el diseño de la habitación, que son realmente encantadores.